Nuestro conocimiento sobre Esparta no proviene de los propios espartanos, sino de los demás griegos. Esparta prácticamente no produjo literatura, salvo los poemas de Tirteo en el siglo VII. Sin embargo, la curiosidad que despertaba en las demás polis fue grande, que incluso les dedicaron abundantes textos. En la época Clásica, Jenofonte escribió una obra en su honor, una breve monografía titulada: La República de los Lacedemonios. Platón se basó en ella como modelo para las ciudades ideales de La República y Las Leyes. Como es bien sabido, aquellos pensadores provenían de Atenas, la polis que competía con Esparta por el liderazgo en Grecia.
Esparta es el nombre de un pequeño núcleo urbano que funcionaba como capital de un Estado más amplio conocido por los griegos como Lacedemonia. Lacedemonios era el nombre que recibían los espartanos, y su lambda inicial aparecía en el escudo de sus hoplitas durante la Época Clásica. Otra denominación para la región era la de Laconia y de ahí nuestro adjetivo "lacónico", "conciso", "escueto", pues se atribuía a los espartanos un humor seco y de pocas palabras.
FORMA DE VIDA
Los espartanos de élite estaban sometidos a la autoridad del Estado desde el momento de su nacimiento. El varón recién nacido era examinado por un grupo de ancianos para comprobar que estaba sano y no sufriera deformaciones. De no pasar la prueba, se lo llevaban a un lugar del Monte Taigeto conocido como Apótetas -depósito, vertedero- y lo abandonaban allí, sin derramamiento de sangre para no manchar el ritual. De pasar la prueba, el niño se quedaba viviendo los primeros años con su madre y el resto de las mujeres de la casa. Las espartanas tenían la fama de ser excelentes criadoras, y en otros lugares las contrataban como nodrizas por la calidad superior de su leche materna.
A los siete años, la ciudad se encargaba de la educación de los niños, llevándoselos de casa de sus padres. En cierto modo, un espartano iniciaba su servicio militar a esa edad, y ya no lo abandonaba nunca, pues incluso los ancianos formaban parte del ejército. Durante los primeros años, a los jóvenes los repartían en grupos de edad, al mando de líderes escogidos por ellos mismos.
Casi todas las actividades estaban destinadas a endurecer sus cuerpos y convertirlos en soldados disciplinados. Peleaban desnudos y les cortaban el cabello a rape. La única prenda que les proporcionaban era una manta de lana y tan sólo se lo cambiaban por otro cuando crecían. También les hacían pasar hambre. Se acostumbraban a robar gallinas y lo que fuera menester en las fincas cercanas y si los sorprendían los azotaban, no por robar, sino por torpes.
A partir de la adolescencia, los muchachos pasaban a un nuevo ciclo, en el que desarrollaban relaciones homosexuales con jóvenes adultos, que se convertirían ala vez en sus amantes y mentores. El amante era un espejo para su amado, un modelo de disciplina y de virtudes.
En este ciclo empezaba el entrenamiento propiamente militar. Es posible que algunos jóvenes que se acercaban al final de su adiestramiento fueran seleccionados para la llamada kripteía. Sus jefes los sacaban del campamento y armados con simples puñales y con raciones muy cortas de comida, los soltaban en territorio de los ilotas, probablemente en Mesenia. Durante el día, los jóvenes espartanos se escondían, pero al caer la noche salían a los caminos y bajaban a las aldeas para matar ilotas.
Por último, antes de terminar su etapa de iniciación, los jóvenes debían pasar por un ritual sangriento, el de la flagelación ante el altar de Ártemis Ortia. Llegados a los veinte años los jóvenes espartanos se integraban en el ejército. A partir de ese momento podrían dejarse crecer el cabello y también la barba; el bigote se lo afeitaban normalmente. Los cabellos largos eran un orgullo para el espartano, que se lo peinaban cuidadosamente antes de entrar en combate.
Sin embargo, aún no se les consideraba ciudadanos de pleno derecho. Mientras eran jóvenes, seles inculcaba tanto el respeto a sus mayores que agachaban la mirada cuando se cruzaban con ellos y no podían hablarles si ellos no les dirigían la palabra primero. Lo que si podían era unirse a los banquetes, llamados syssistía.
Un espartano adquiría la ciudadanía de pleno derecho hasta los treinta años. Y a esta edad era común que se casaran. A diferencia de los espartanos, las espartanas gozaban de mayor libertad que sus iguales de otras polis. (Información más detallada en el artículo: LA MUJER EN GRECIA
SOCIEDAD Y GOBIERNO
La base de la sociedad espartana eran los que trabajaban la tierra, los llamados ilotas. Su nombre parece que proviene de una raíz que significa "capturar" y en cierto modo eran prisioneros de una guerra perpetua declarada contra ellos. La condición de los ilotas se diferenciaba de los esclavos comunes. No eran una mercancía que se podía vender, sino que estaban unidos como un solo lote a la parcela de tierra que trabajaban.
El siguiente escalón de la pirámide social estaba formada por los periecos, cuyo significa "los que viven alrededor". Se trataba de los habitantes de las aldeas y ciudades de Laconia y Mesenia,que no habían sido sometidos por la fuerza, probablemente porque habían optado por rendirse ante Esparta y firmar algún tipo de pacto con ella. Los periecos tenían sus propias instituciones y se gobernaban a sí mismos a nivel local. Además de cultivar sus tierras, se dedicaban a trabajos que los espartanos consideraban poco dignos, como el comercio y la artesanía. La política exterior y militar de los periecos dependía de lo que ordenase Esparta.
Había otros ciudadanos de condición inferior, los llamados "inferiores, que debieron ser espartiatas (ciudadanos de élite) empobrecidos y que habían perdido sus derechos por diversas causas. Otro sub-grupo fue el de los "bastardos", que más que hijos ilegítimos debió tratarse de hijos de ciudadanos que habías perdido sus derechos. Y por último en este escalón, estaban también los "ciudadanos nuevos", que fueron ilotas ascendidos por sus servicios militares o porque se habían emancipado.
Por último tenemos a los espartiatas, aquellos ciudadanos de pleno derecho, una vez superadas las duras pruebas y cumplidos los treinta años. A diferencia de lo supuesto, estos ciudadanos no hacían ostentación de su riqueza, las normas sociales dictaban que los espartanos vistieran de forma sobria, casi como con una especie de uniforme para que no se viera la diferencia entre ricos y pobres. También se tenía prohibido grabar el nombre del fallecido en sus lápidas, excepto el de las mujeres que perdían la vida durante el parto. También se dice que los espartanos comían con gran sobriedad y tenían prohibido acuñar monedas.
En la organización política, los espartanos contaban con la Gerousía o consejo de ancianos. Se trataba de una especie de Senado; lo componían 28 miembros mayores de 70 años y elegidos entre las familias más destacadas. En él se preparaba la orden del día, discutiendo propuestas que luego se sometía a la ciudadanía. Funcionaba como tribunal supremo de justicia y de censura. Existían otros dos miembros, que elevaba a 30 el número de sus miembros, ¿quiénes eran?: sus dos reyes.
Existían dos dinastías, los Agíadas y los Euripóntidas y cada una de ellas llevaban su propia sucesión de forma independiente. Los reyes estaban exentos de la difícil educación que sufrían los demás y su función principal era comandar al ejército.
Finalmente, hablaremos de los éforos. Eran cinco magistrados elegidos cada año entre el conjunto de ciudadanos que formaban la asamblea. El mayor de ellos le daba nombre al año. Sus competencias eran varias: convocaban las reuniones de la asamblea y las presidían, eran guardianes de la ley y las costumbres y podían juzgar incluso a los reyes. Su función principal era el control de ambos reyes. Cada nuevo años observaban el cielo en busca de cometas o estrellas fugaces y así decidir el destino de los reyes.
FUENTE: LA AVENTURA DE LOS GRIEGOS. J.NEGRETE
Casi todas las actividades estaban destinadas a endurecer sus cuerpos y convertirlos en soldados disciplinados. Peleaban desnudos y les cortaban el cabello a rape. La única prenda que les proporcionaban era una manta de lana y tan sólo se lo cambiaban por otro cuando crecían. También les hacían pasar hambre. Se acostumbraban a robar gallinas y lo que fuera menester en las fincas cercanas y si los sorprendían los azotaban, no por robar, sino por torpes.
A partir de la adolescencia, los muchachos pasaban a un nuevo ciclo, en el que desarrollaban relaciones homosexuales con jóvenes adultos, que se convertirían ala vez en sus amantes y mentores. El amante era un espejo para su amado, un modelo de disciplina y de virtudes.
En este ciclo empezaba el entrenamiento propiamente militar. Es posible que algunos jóvenes que se acercaban al final de su adiestramiento fueran seleccionados para la llamada kripteía. Sus jefes los sacaban del campamento y armados con simples puñales y con raciones muy cortas de comida, los soltaban en territorio de los ilotas, probablemente en Mesenia. Durante el día, los jóvenes espartanos se escondían, pero al caer la noche salían a los caminos y bajaban a las aldeas para matar ilotas.
Por último, antes de terminar su etapa de iniciación, los jóvenes debían pasar por un ritual sangriento, el de la flagelación ante el altar de Ártemis Ortia. Llegados a los veinte años los jóvenes espartanos se integraban en el ejército. A partir de ese momento podrían dejarse crecer el cabello y también la barba; el bigote se lo afeitaban normalmente. Los cabellos largos eran un orgullo para el espartano, que se lo peinaban cuidadosamente antes de entrar en combate.
Sin embargo, aún no se les consideraba ciudadanos de pleno derecho. Mientras eran jóvenes, seles inculcaba tanto el respeto a sus mayores que agachaban la mirada cuando se cruzaban con ellos y no podían hablarles si ellos no les dirigían la palabra primero. Lo que si podían era unirse a los banquetes, llamados syssistía.
Un espartano adquiría la ciudadanía de pleno derecho hasta los treinta años. Y a esta edad era común que se casaran. A diferencia de los espartanos, las espartanas gozaban de mayor libertad que sus iguales de otras polis. (Información más detallada en el artículo: LA MUJER EN GRECIA
SOCIEDAD Y GOBIERNO
La base de la sociedad espartana eran los que trabajaban la tierra, los llamados ilotas. Su nombre parece que proviene de una raíz que significa "capturar" y en cierto modo eran prisioneros de una guerra perpetua declarada contra ellos. La condición de los ilotas se diferenciaba de los esclavos comunes. No eran una mercancía que se podía vender, sino que estaban unidos como un solo lote a la parcela de tierra que trabajaban.
El siguiente escalón de la pirámide social estaba formada por los periecos, cuyo significa "los que viven alrededor". Se trataba de los habitantes de las aldeas y ciudades de Laconia y Mesenia,que no habían sido sometidos por la fuerza, probablemente porque habían optado por rendirse ante Esparta y firmar algún tipo de pacto con ella. Los periecos tenían sus propias instituciones y se gobernaban a sí mismos a nivel local. Además de cultivar sus tierras, se dedicaban a trabajos que los espartanos consideraban poco dignos, como el comercio y la artesanía. La política exterior y militar de los periecos dependía de lo que ordenase Esparta.
Había otros ciudadanos de condición inferior, los llamados "inferiores, que debieron ser espartiatas (ciudadanos de élite) empobrecidos y que habían perdido sus derechos por diversas causas. Otro sub-grupo fue el de los "bastardos", que más que hijos ilegítimos debió tratarse de hijos de ciudadanos que habías perdido sus derechos. Y por último en este escalón, estaban también los "ciudadanos nuevos", que fueron ilotas ascendidos por sus servicios militares o porque se habían emancipado.
Por último tenemos a los espartiatas, aquellos ciudadanos de pleno derecho, una vez superadas las duras pruebas y cumplidos los treinta años. A diferencia de lo supuesto, estos ciudadanos no hacían ostentación de su riqueza, las normas sociales dictaban que los espartanos vistieran de forma sobria, casi como con una especie de uniforme para que no se viera la diferencia entre ricos y pobres. También se tenía prohibido grabar el nombre del fallecido en sus lápidas, excepto el de las mujeres que perdían la vida durante el parto. También se dice que los espartanos comían con gran sobriedad y tenían prohibido acuñar monedas.
En la organización política, los espartanos contaban con la Gerousía o consejo de ancianos. Se trataba de una especie de Senado; lo componían 28 miembros mayores de 70 años y elegidos entre las familias más destacadas. En él se preparaba la orden del día, discutiendo propuestas que luego se sometía a la ciudadanía. Funcionaba como tribunal supremo de justicia y de censura. Existían otros dos miembros, que elevaba a 30 el número de sus miembros, ¿quiénes eran?: sus dos reyes.
Existían dos dinastías, los Agíadas y los Euripóntidas y cada una de ellas llevaban su propia sucesión de forma independiente. Los reyes estaban exentos de la difícil educación que sufrían los demás y su función principal era comandar al ejército.
Finalmente, hablaremos de los éforos. Eran cinco magistrados elegidos cada año entre el conjunto de ciudadanos que formaban la asamblea. El mayor de ellos le daba nombre al año. Sus competencias eran varias: convocaban las reuniones de la asamblea y las presidían, eran guardianes de la ley y las costumbres y podían juzgar incluso a los reyes. Su función principal era el control de ambos reyes. Cada nuevo años observaban el cielo en busca de cometas o estrellas fugaces y así decidir el destino de los reyes.
Representación de los Éforos |
FUENTE: LA AVENTURA DE LOS GRIEGOS. J.NEGRETE
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