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domingo, 10 de septiembre de 2017

SIMO HÄYHÄ: LA MUERTE BLANCA



La versión más aceptada menciona que Simo nació en Rautjärvi hacia el 17 de septiembre de 1905, sin embargo, no existe certeza en este dato. Era el segundo hijo más joven de ocho. Estudió gramática en la escuela y a temprana edad auxilió a sus padres en la granja familiar. Gustaba de practicar el esquí, cazar, disparar y jugar Pesapallo. 

Häyhä ingresó a los diecisiete años a la Guardia Civil Finlandesa; un cuerpo que provenía de la vieja Guardia Blanca que otrora combatió contra la denominada Guardia Roja, en la guerra civil finlandesa. Fue ahí, en la Guardia Blanca, donde pasó innumerables horas al aire libre perfeccionando su puntería.

Vesa Nenye, Peter Munter y Toni Wirtanen mencionan en su obra Finland at war: The Winter War 1939-40, que su talento como tirador era tal que ganó competiciones acertando a un pequeño objetivo ubicado a 150 metros, seis veces seguidas. Entre 1925 y 1927 el joven finlandés ingresó a realizar el servicio militar en el Batallón Ciclista. 

Posteriormente fue ascendido a cabo. Apenas unos meses después pasó las pruebas necesarias para convertirse en francotirador. Sin embargo, Simo decidió retirarse a su granja para vivir tranquilamente. 


LA GUERRA DE INVIERNO 

Hacia el año 1939, poco después de que Hitler y Stalin se repartiesen Polonia, el líder soviético ya se había anexionado Letonia, Lituania y Estonia. Ansioso por extender sus territorios, puso su mirada en Finlandia, una región, que al estar bajo sus dominios, le garantizaría una salida al Mar Báltico. 

El 14 de octubre de 1939, Stalin invitó a una delegación finlandesa para convencerles que lo mejor para ellos era aceptar "la hoz y el martillo". Los emisarios regresaron a su país, y tardaron un mes para hacer llegar su respuesta a los soviéticos, lógicamente declinaron la oferta. Stalin respondió con una ataque sin previo aviso, ni declaración de guerra.

El 30 de noviembre de 1939 comenzó la Guerra de Invierno. En apariencia este conflicto no debía significar ninguna complicación para el ejército soviético, sin embargo, se encontró con un aferrado ejército local que no pensaba rendirse.

Al comenzar la contienda, Simo Häyhä se reincorporó al ejército finlandés para combatir a los soviéticos. Los finlandeses estaban en clara desventaja numérica; los soviéticos tenían cien soldados por cada soldado de Finlandia. Por lo anterior los lugareños optaron por esconderse en los bosques y atacar sólo cuando era propicio.

"Moviéndose por estrechos senderos en los bosques o esquiando sigilosamente, las tropas finlandesas caían como fantasmas sobre los aterrorizados soldados rusos, para poco después esfumarse en la niebla. Ante la falta de armamento adecuado, los finlandeses recurrieron a la imaginación e inventaron el posteriormente llamado "coctel molotov".

En este ambiente actuó Simo, quien se ganó el apodo de "la muerte blanca", no sólo por las innumerables bajas soviéticas que logró, sino también por su atuendo totalmente blanco. Häyhä amaba disparar en temperaturas bajas, poniéndose un trozo de nieve en la boca para evitar que su aliento desvelase su ubicación. También odiaba disparar con la mira telescópica por dos razones: el cristal a bajas temperaturas solía romperse, además el reflejo que producía debido a los rayos solares podía revelar su ubicación.

Simo logró abatir a más de 500 soviéticos, además de 200 más que logró asesinar usando un subfusil para distancias cortas. Todo esto lo logró en un periodo de 100 días.


Fusil Mosin Nagant M28, el preferido de Simo. De origen soviético e introducido a tierras finlandesas durante la década de los 20.


Soumi M 31. Su arma de apoyo para las distancias cortas. 


Uno de los enfrentamientos en donde más dañó causó Häyhä fue la batalla de Kollaa, una posición ubicada cerca de la frontera con la Unión Soviética. Aunque Simo no contaba las bajas que producía sus compañeros si lo hacían, apenas habían transcurrido tres días y ya había acabado con 51 soldados enemigos. Sus superiores no lo creían, sin embargo, al constatar que se acercaba a 200 bajas y al ganar un duelo épico contra un francotirador enemigo, Simo fue ascendido a sargento.

En las semanas siguientes se tenía la impresión que ningún arma soviética podía lastimarle. Sin embargo, el 6 de marzo de 1940 una bala explosiva pudo impactarle en el rostro. La herida fue tal que incluso se decía que había perdido la mitad de su rostro. Sus compañeros le trasladaron a un hospital cercano donde pudo salvar la vida a pesar de la grave pérdida de sangre que sufrió. Poco después Finlandia firmó la paz con la Unión Soviética a cambio de cederle una parte de su país.



Simo se vio obligado a abandonar su granja debido a que se encontraba en el territorio cedido a la Unión Soviética. Se marchó a la granja de un familiar, donde se dedicó a la crianza de animales hasta el día de su muerte: 1 de abril de 2002.

Fuente: www.abc.com

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