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sábado, 11 de noviembre de 2017

KAPPA


Este ser es uno de los tantos yokai (demonios o espíritus) que pueblan el folclor del Japón. Su nombre significa "niño o chico de río" debido a su aspecto semejante al de un niño de ocho años, aunque su fuerza supera por mucho al de un adulto promedio. 


En los grabados la piel del Kappa es similar al color de la piel de los reptiles, es decir, va del tono verdoso al amarillento. A primera vista parece una rana alargada parada en dos patas, pero si se le mira la espalda se puede ver una especie de caparazón como de tortuga y en lugar de labios tiene un pequeño pico. El rasgo más característico de este ser es la oquedad llena de agua que tiene en la cabeza. Se cree que este líquido contiene o mantiene sus poderes por lo que es de suma importancia que siempre se mantenga. 

Al igual que muchos otros monstruos, Kappa tiene en gran estima a la gente educada y cuando alguien le saluda no rechaza la reverencia. Sin embargo, al agachar su cabeza, un kappa pierde algo de su líquido sagrado y queda desprotegido. En ese preciso momento se le debe obligar a que prometa algo que jamás olvidará.

El carácter de un kappa es ambivalente y en ocasiones es proclive a auxiliar a los humanos y es por ello que en ciertas comunidades japonesas se le han erigido templos en su honor. Pero también gustan de ser malévolos, llegando a los extremos de asesinar, devorar y violar a humanos. Cuando una persona entra a un estanque se tiene la idea de que un kappa irá tras él y se llegase a aprisionarlo, devorará sus vísceras. También se recomienda que no deje a los niños nadar solos, ya que al kappa le place comer carne humana, más si es tierna como la de un niño. 

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