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martes, 7 de noviembre de 2017

Era de Kamakura (Primera Parte)

Yorimoto y el gobierno militar de Kamakura
Yorimoto inició su gobierno, pero no derrotó al régimen imperial. Gobernó con el emperador como símbolo del país. En otras palabras, el emperador y su gobierno imperial quedaron inermes ante la amenaza de la fuerza militar. Fue una maniobra al estilo militar, ya que el pueblo nunca admitiría la destrucción de la familia imperial; de hecho todos los gobiernos castrenses posteriores se comportaron de la misma manera.

Yorimoto (llamado “el señor Kamakura” por el lugar donde se encontraba su gobierno) dominó casi todo el país gracias a que nombró comendadores a sus vasallos. Además exigió al emperador que despidiera a los ministros enemigos de la corte y nombrara primer ministro a Kuzyo Kanezane, partidario suyo, a lo que el ex emperador tuvo que acceder, aun en contra de sus deseos.

La administración temporal era una sección de reserva compuesta por los burócratas de bajo rango. Yorimoto podía contar con ellos en lo referente a la creatividad administrativa. Sin embargo el señor Kamakura decidía finalmente todos los asuntos. Podría llamársele dictador, pero sus súbditos lo aceptaban gustosos, pues lo conocían bien, en persona, y los trataba humanamente. No sólo por su condición de heredero legítimo de Minamoto, sino por su personalidad admirable obtuvo la lealtad de sus vasallos. El día que se inauguró la construcción del templo Todaili muchos guerreros a caballo se quedaron largo rato bajo la fuerte lluvia, sin moverse, para proteger a Yorimoto, lo cuál admiró a los nobles de la capital.

Reconstrucción de Daibu-Tsu (enorme estatua de Buda)A finales de 1180 el incendio provocado por las tropas de la familia Taira destruyó todos los templos de Nara. La pérdida del templo Todaiji de Daibu-tsu fue particularmente dolorosa para la gente, pues había sido edificado con los esfuerzos de todo el pueblo. El difunto emperador Shomu, quién ordenara la construcción, dijo “con este templo el pueblo prosperará. Sin el templo el país se debilitará”.

Al año siguiente de la destrucción del templo, el ex emperador Goshirakawa lo mandó reconstruir, pero la disminución del poder imperial lo hizo muy difícil. Sin embargo, cinco años después se celebró la inauguración de la estatua. Debemos ese gran trabajo al extraordinario sacerdote budista, Choguen, quen dirigió toda la tarea: la construcción de edificios, la producción de estatuas secundarias, etc. Envío a varios monjes a recolectar recursos e incluso él mismo fue a distintas provincias con ese fin. No solo tenía profundos conocimientos sino también experiencia práctica: había visitado tres veces a los Sung (nueva dinastía china) y aprendio muchas cosas nuevas, teóricas y técnicas, acerca del budismos y la construcción de templos (edificó uno en sung llevando gran cantidad de madera de Japón). La técnica de construcción de Todaiji era mucho más simple, mucho más económica y menos laboriosa que la anterior.

Nuevo estilo de escultura
En los siglos XI y XII la escultura era elegante, decorativa y algo pintoresca, reflejo de la tendencia de la refinada cultura de los nobles. Pero a partir del siglo XIII se volvió vigorosa, realista y estereoscópica. Cuando Choguen quiso poner dos grandes imágenes del defensor del budismo (Nio) en la Gran Puerta del sur de Todaiji, encargó la obra a escultores cuyo estilo se apartaba de la corriente principal pero que tenían una excelente técnica. El jefe de ellos, Unkei, no traicionó sus expectativas y desde entonces, floreció su nuevo estilo.

Para construir esas enormes estatuas, Unkei eligió cuatro directores (entre los que se encontraba el mismo Kaikei) y a cientos de artistas y artesanos. Se terminaron en solo 72 días gracias a la técnica de unir partes ya acabadas, que se había empezado a desarrollar durante el siglo anterior. Muchas excelentes esculturas fueron realizadas por él y sus discípulos. La enorme imagen de Buda que se fabricó en Kamakura durante esa época también es muy apreciada desde el punto de vista estético.

Los últimos años de Yorimoto
El señor de Kamakura tenía una hija joven, y como quería casarla con el emperador, en 1195 viajó con ella de Kamakura a Kyoto. Una vez ahí agasajó a la mujer más influyente de la corte, concubina favorita del ex emperador Goshirakawa y Minamoto-no-Michichika (noble de la capital, que aunque tenía el apellido de Minamoto, no tenía relación con el de Kamakura), ofreciéndole gran cantidad de obsequios. Por el contrario trató con frialdad a Kanezane, su comprensivo primer ministro, que era el rival de Michichika. Éste aprovechando la dichosa situaciñon que su hija adoptiva había tenido a un príncipe mientras que la hija de Kanezane dio a luz a una princesa, manejó mañosamente al joven emperador y facilitó el acercamiento del jefe de Kamakura.

Sin embargo los grandes esfuerzos de Yorimoto se vieron frustrados, pues su hija enfermó gravemente y murió repentinamente. Así fracasó su intención de casarla con el emperador y tener relación directa con la familia imperial. Aunque inició el régimen castrense como jefe de los guerreros, su mentalidad era la de un noble tradicional. Desesperado, murió en 1199 a la edad de 53 años. Por el contrario, el año anterior Michichika consiguió ser abuelo del nuevo emperador, Tsuchimikado.

Venir a recibir a la muerte
Los japoneses aun dicen “viene Amida-nyorai (Buda que socorre a los muertos), viene a recibir nuestra muerte”. Durante los siglos X y XI se popularizó el culto a Amida-nyorai como el patrón del país de los muertos. En aquellos días. La gente creía que Amida se sentaba solamente en el paraíso lejanísimo del oeste, pero a finales del siglo XII se puso de pie y vino para recibir el alma de los muertos. Este drástico cambio se debió a Honen, destacado monje que se entregó al estudio del budismo. Después de una larga meditación descubrió al fin que la única manera en la que todos podían salvarse era creyendo en la misericordia de Amida-nyorai, orando Namu-Amida-Butsu (Salve! Oh! Buda Amida) con todo su corazón.

Desde entonces la gente cree que Amida viene sobre una nube sumamente veloz para socorrer a los muertos. Este fue un gran cambio ya que todos los hombres, usureros, pillos o pecadores podían morir con tranquilidad.

Cuando apresaron a Taira-no-Shiguehira, responsable del gran incendio de los templos de Nara, pregunto a Honen si podía salvarse un pecador como él. Honen le contestó “La misericordia de Buda es muy grande, si rezas sinceramente te salvaras y renaceras en el paraíso”. Después de oir estas palabras Shiguehira fue ejecutado estando en completa calma, orando Namu-Amida-Butsu bajo la espada del verdugo

El gobierno después de la muerte de Yorimoto
Antes de levantarse en armas Yorimoto vivió bajo la protección se su suegro, un señor de Izu, Hozyo Tokimaza, quien lo apoyó para llevar a cabo la sublevación. Por eso ocupaba uno de los puestos principales del gobierno de Kamakura. Mientras Yorimoto presidió el gobierno, obedeció sumisamente como vasallo, pero después de su muerto comenzó a idear la manera de manejarlo a su voluntad.

El sucesor de Yorimoto fue Minamoto-no-Yoriie, su hijo mayor. A diferencia de su padre era menos considerado con sus guerreros, aprovechando el descontento Tokimasa deportó primero a un hábil ministro, luego asesino a los partidarios influyentes y encerró en una casa provincial a Yoriie quien murió al año siguiente. Así a los 66 años, Tokimasa obtuvo el poder como regente del nuevo jefe adolescente Sanetomo (hermano menor de Yoriie). Dos años después vio su fin cuando intentó sustituir a Sanetomo por otro, fue deportado a Izu por sus hijos.

El regente sucesor, Yoshitoki, era un político más hábil que su padre: consideró los intereses de los guerreros y respetó la voluntad del jefe, aunque tenía una gran ambición de poder. Destruyó al más influyente en el gobierno y, finalmente, monopolizó los puestos importantes, aunque no intentó remplazar al jefe, pues conocía la forma de pensar de los guerreros.

El jefe Sanetomo o shogun, como se le conoce, vivía como un noble de la capital. Se había casado con la hija de un noble de alto rango y dedicaba la mayor parte de su tiempo a la poesía y la música. Este shogun no era del agrado de sus vasallos que eran guerreros toscos. En enero de 1219 ocurrió un incendio sorpresivo en un santuario de Kamakura: durante la ceremonia de entrega del título otorgado por el emperador, el shogun Sanetomo fue asesinado por su sobrino (hijo de Yoriie), quien quería remplazarlo pero murió en el intento.

Fracaso del intento de recobrar el poder imperial
Como Sanemoto fue asesinado y su victimario aniquilado, se extinguió la estirpe de la gran familia Minamoto y el jefe de los guerreros. Con esta oportunidad, el ex emperador Gotoba quiso recuperar el poder. Primero pensó que podría manejar los dos gobiernos a voluntad, pero considerando que casi todas las tierras del país habían sido sometidas por los guerreros bajo la autoridad del gobierno castrense de Kamakura, tuvo la idea de derrocar dicho gobierno ilícito. Así se enviaron a todo el país mensajeros para dar a conocer el decreto imperial. A su vez, la viuda de Yorimoto pronunció ante los guerreros (miembros del gobierno y comendadores) un largo discurso acerca de como el gobierno de Yorimoto había procurado proteger sus intereses y su honor.

Como el ex emperador creía que su decreto tenía eficacia absoluta, perdió la calma cuando le informaron que la tropa enemiga, de casi 200 000 guerreros se acercaba a la capital para destruirla. Se encerró en su palacio mientras la tropa asolaba la ciudad. Así, su intento de recuperar el poder fracasó. El castigo del gobierno de Kamakura fue severo: tres ex emperadores (Gotoba, Zyuntoku y Tsuchimikado) fueron desterrados a lugares remotos, y muchos nobles y guerreros fueron ejecutados o deportados. Todo esto ocurrió en 1221 y se conoció como la guerra civil de Zyokyu, según el nombre del año.

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