El primer castillo de Muiderslot fue hecho construir por el conde de Holanda Floris V entorno a 1280. Su objetivo era constrolar el estuario del río Vecht, que desembocaba en lo que entonces era Zuiderzee, el gran mar interior hoy parcialmente desecado, haciendo pagar un peaje a las embarcaciones que pasaban procedentes de Utrecht, cuyos obispos eran enemigos del conde. Pero al cabo de algunos años, en 1296, Floris fue capturado por algunos nobles rebeldes y encarcelado en su mismo castillo. Posteriormente, sus carceleros, amenazados y asediados huyeron llevándose con ellos al conde, al que maltrataron. El obispo de Utrecht aprovechó la muerte de su rival para tirar al suelo su fortaleza. Pero aquella posición era demasiado importante para permanecer desprotegida, por ello en 1370, otro conde de Holanda, Alberto, construyó un edificio que hoy día se levanta sobre los cimientos del primero. Quizá por el recuerdo de los ocurrido por su antecesor, no fue usado nunca como residencia, asentándose allí un circulo intelectual y una pequeña guarnición. El personaje más conocido de Muiderslot fue el poeta e historiador Hooft, que residió entre 1609 y 1647 y alojó a los talentos más grandes y célebres del siglo XVII holandés, entre ellos Hugo de Groot, Constantijn Huygens y Joost van den Vondel, el mejor poeta de Holanda; aquel grupo de escritores, filósofos y científicos fue llamado "Circulo de Muiden". La decoración actual del castillo se remonta a aquellos tiempos, aunque a finales de aquel siglos se le hicieron importantes trabajos de modernización como la creación deuna línea fortificada que debía defender a Holanda de los deseos de conquista por parte del rey de Francia Luis XIV; aquí fue detenido el ejercito francés por las inundaciones provocadas artificialmente para detener su avance. Un siglo después, el castillo estaba en condiciones tan precarias que pensaba en demolerlo para recuperar los materiales, pero el rey de Holanda, Guillermo I, se opuso y prohibió la demolición. Los trabajos de restauración comenzaron en 1895.
Este castillo es quizá el más conocido en todo el país. Se encuentra en las proximidades del río Vecht, una importante artería comercial de la cercana ciudad de Urtech, dónde ya existía un rudo enclave fortificado al menos en el siglo XI. Se trata de un castillo bastante pequeño, solo 32 x 35 metros, que tiene muros de 1.5 metros
Hoy día, después de repetidas restauraciones, pueden contemplarse las murallas construidas a base de ladrillo, su planta cuadrada con cuatro torres circulares en los ángulos, además de una quinta situada en el centro de la fachada, rodea por un amplio foso. Entre los siglos XVII y XX fue el tema preferido de muchos pintores paisajistas.
Actualmente es el Museo Nacional y sus bellas salas han sido restauradas para devolverles el aspecto original que tenían en el siglo XVII. En ella se expone una destacada colección de armas y armaduras. Es también la sede de diferentes manifestaciones folclóricas y de actos y ceremonias importantes.
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