Hijo de Apolo. Las circunstancias de su nacimiento son inciertas, pero prevalece la versión difundida por Píndaro, que es la siguiente:
Apolo se había enamorado de Corónide, la hija de un rey tesalio, sin embargo, durante su embarazo, la joven se unió a un mortal llamado Isquis. Apolo, advertido por una corneja, o quizá ayudado por sus dones adivinatorios, se enteró de la infidelidad y dio muerte a su amada. Ya en la pira funeraria, Apolo abrió el vientre de Corónide y extrajo de ahí a su hijo, que aún vivía.
Asclepio fue confiado por su padre al centauro Quirón, quien le enseñó la medicina. En muy poco tiempo el joven Asclepio dominó el arte de la medicina y tal fue su habilidad que incluso descubrió como resucitar a los muertos. Efectivamente, de Atenea recibió la sangre vertida por Medusa al momento de su muerte. La sangre que se derramó del lado izquierdo era mortal para quien la tocase, pero la del lado derecho curaba todo tipo de dolencias y devolvía la vida a quien la había perdido. La lista de resucitados fue tan grande que llamó la atención de Zeus, quien temeroso de que el orden del cosmos se alterase, decidió acabar con la vida de Asclepio.
Apolo enfurecido por el asesinato de su hijo, abatió a los cíclopes, y elevó al cielo a Asclepio, quien se convirtió en la constelación del Serpentario.
Los atributos ordinarios de Asclepio eran un bastón con una serpiente enrrollada, piñas, coronas de laurel y a veces una cabra o un perro le acompañaba.
La vara de Asclepio ó Esculapio ha sido tomada como el símbolo de la Medicina. |
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