Su nombre era Ereinion "descendiente de reyes", pero llegó a ser más conocido por Gil-Galad "estrella radiante". Hijo de Fingon y último descendientes de Finwë Nölome en la Tierra Media, junto con Galadriel y Elrond. Después de la muerte de su tío Turgon en el año 517 P. E., se convierte en el último de los Altos Reyes de los Noldor en el exilio.
Nació en la Primera Edad en Hithlum durante el principado de Fingon y durante el reinado de su abuelo Fingolfin. Allí vivieron en paz las tres generaciones hasta que estalló la Dagor Bragollach, en la cual cae su abuelo Fingolfin peleando contra Morgoth, los reinos Noldorin son arrasados, muriendo muchos de los parientes de Ereinion. A la muerte de Fingolfin su hijo Fingon hereda el trono de los Noldor. Gil-Galad debiera haberse erigido entonces en heredero al trono, pero Fingon decide designar para el título a su hermano menor Turgon, por la corta edad de su hijo. Antes de la Nírnaeth Arnoediad, la Batalla de las Lágrimas Innumerables, Fingon envía a su hijo al cuidado de Círdan en las Falas. Ahí Gil-Galad aprendió de la sabiduría de Círdan y se consolidó como amigo de los Sindar. En la Batalla de las Lágrimas Innumerables son derrotadas las huestes de Beleriand incluyendo a los elfos de las Falas y donde muere su padre Fingon asesinado.
El trono de Alto Rey pasa a Turgon, segundo hijo de Fingolfin, hermano de Fingon y tío de Gil-Galad, que se escondió en Gondolin. Cuando las Falas caen, después de la caída de Nargothrond, Círdan se lleva a Gil-Galad a la Isla de Balar, a donde llegaron todos los refugiados de las ciudades noldorin y sindarin que habían caído, y se aposentaron bajo la protección de los dos señores elfos, en las costas de Arvernien, en donde se quedaron hasta el fin de la Primera Edad del Sol. Fue nombrado Alto Rey cuando las huestes de Morgoth conquistan Gondolin y matan a su tío Turgon y cuando recibe la noticia de los escapados de Gondolin por Tuor, casado con su prima Idril, hija de Turgon.
Después de la Guerra de la Cólera, Gil-Galad se establece en la última región que queda al oeste de las Montañas Azules, a la que los Noldor llaman Lindon. Esta región se considera parte de Beleriand aún hasta el fin de la Tercera Edad, aunque era el reino más fuerte y se consideraba como el principal de Eriador. La principal ciudad de Gil-Galad era Mithlond, los Puertos Grises, en donde los Noldor, ya perdonados de sus actos en la Primera Edad, podían hacerse a la mar hacia Valinor, para nunca regresar. Gil-Galad gobernó en paz durante mil años aproximadamente de la Segunda Edad del Sol, cuando apareció Annatar, quien resultaría ser el mismo Sauron, que huyó de los Valar en la Guerra de la Cólera y ahora comenzaba a planear su propia guerra para dominar a los Noldor, los más poderosos de los elfos de la Tierra Media, poder que envidiaba y codiciaba profundamente.
El comienzo de la guerra de los elfos contra Sauron comienza aproximadamente en el año 1700 S. E., en la que Celebrimbor de Eregion descubre la identidad de Annatar y entrega los tres anillos de los elfos a los sabios, de entre los cuales, a Gil-Galad entregó Vilya, el anillo del aire: un anillo de curación y preservación. Sin embargo, Gil-Galad no pudo hacer uso de los poderes de Vilya porque durante su reinado, Sauron poseía aún el Anillo Regente. Sauron destruyó Eregion e invadió Eriador; es entonces cuando Gil-Galad pidió ayuda a los hombres de Númenor, quienes desembarcaron en los Puertos Grises y expulsaron a Sauron de la desolada y arruinada Eriador. Después de la caída de Númenor, llegaron a la Tierra Media los Reyes del Mar: Elendil y sus dos hijos Isildur y Anárion.
Elendil se alió con los Noldor y los Sindar de Gil-Galad para poner fin al dominio oscuro de Sauron el Maia, dando origen a la guerra que se conocería más tarde como Guerra de la Última Alianza, ya que es la última de las Grandes Guerras de la Tierra Media en que los Noldor pelean al lado de los hombres. Se dice que el éxito de esta gran batalla, aparte del número y la superioridad tecnológica, si así se quiere, de los Noldor frente a Sauron, fue la unión de la espada de Elendil Narsil, y la lanza de Gil-Galad, Aiglos, de cuya unión nadie podía sobrevivir, nadie excepto uno. Gil-Galad murió en la última batalla contra Sauron, cuando este espíritu, completamente acorralado, sale de la Torre Oscura y reta a singular combate a los señores de los dos ejércitos: Gil-Galad, Círdan y Elrond por la parte de los elfos y Elendil y su hijo Isildur, por la de los hombres.
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