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sábado, 20 de mayo de 2017

ORFEO Y EURÍDICE


Orfeo, era hijo de Eagro y de Caliope, la Musa que inspiraba a los poetas. Cuenta la leyenda que dicho joven fue el músico más talentoso de su época y que cuando se disponía a tocar su lira, los hombres se acercaban a escucharle para así descansar su alma; pero los alcances de su talento no se detenían ahí, ya que incluso las fieras se amansaban al escucharle y las rocas y árboles seguían el ritmo de sus notas. 

Gracias a su talento, Orfeo logró enamorar a la ninfa Eurídice y los dos se casaron y vivieron felizmente hasta un día en el cual la joven ninfa caminaba por un río de Tracia, donde fue acosada por Aristeo, quien pretendía violarla; al huir, Eurídice fue mordida por una serpiente que allí se encontraba y fue de esta manera como terminaron los días de la ninfa. Su esposo no lograba aceptar la pérdida de su amada, y le lloró durante días enteros hasta que todo la decisión de realizar algo que estaba vedado a los mortales: visitar el Hades, y así lo hizo: 

En su camino hacia los infiernos, Orfeo hechizó con su música al barquero Caronte, quien le cruzó al otro lado del Estigia; hechizó a Cerbero, el perro de tres cabezas, y le hizo gañir y lamerle los pies; Hechizó a las Furias quienes interrumpieron sus azotes y le escucharon, mientras todos los castigos cesaban; hechizó a la princesa Perséfone e hizo que le diera la contraseña secreta para poder beber de la Fuente del Olvido; incluso hechizó a Hades, quien accedió que Eurídice abandonara sus dominios con una sola condición: que Orfeo no mirara hacia atrás antes de que su amada observara las primeras luces del Sol. Así pues, Orfeo guió a la ninfa con su música hasta que fue asaltado por la duda, y miró para asegurarse de que le seguía, en ese instante Eurídice se desvaneció para no volver nunca más. 

Embargado por el dolor, Orfeo decidió retirarse a los montes donde entonó la música más triste que jamás se haya escuchado en la tierra, y juró que no se uniría nuevamente a ninguna mujer que le pretendiera. Muchas fueron las rechazadas y por consiguiente despechadas, entre ellas "Las Ménades", quienes dominadas por su delirio dionisiaco, asesinaron y descuartizaron a Orfeo. Algunos dicen que el cuerpo de Orfeo fue abandonado en las aguas del mar, y que ahí se sigue escuchando su música, pero otros creen que las ninfas recogieron los restos del joven músico, y que su lira fue elevada a los cielos en forma de constelación. En cuanto a su alma, se cree que encontró a la de su amada y desde entonces viven felizmente. 

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