Buscar este blog

lunes, 22 de mayo de 2017

Castillo de Himeji (Japón)

CASTILLO DE HIMEJI

Blanca frente a los oscuros bosques que hacían de la provincia de Harima querida por los poetas, novelistas y pintores del antiguo Japón, la fortaleza de Himeji, situado sobre un saliente rocoso desde la que domina la ciudad del mismo nombre, era la llamada Shirasagi-jo “el castillo garza real” en contraposición a la roca negra de Okayama U-jo “el castillo del cuervo”.

Es el único castillo del "País de los Dioses" que representa arquitectónicamente toda la cultura japonesa. De hecho ha mantenido la pureza de las líneas del "Renacimientos Japones". Fue construido en tres fases. Había comenzado su construcción en 1346, en tiempos de guerra permanentes de una complicación casi indescifrable: todos contra todos, cuando pertenecía a Sadanori Akamatsu, estaba privado de murallas y como mucho recordaba una motte normada.
De los Akamatsu, sus primeros señores había pasado a los Ashikaga. Estos médicis de Japón, protectores de las artes y de las letras, denominaban al archipiélago desde su residencia de Kyoto, dónde habían instalado una dinastía ilegítima. Mientras los emperadores legítimos vagaban por las islas meridionales reducidos a una extrema pobreza. Mientras la difusión del budismo refinaba las costumbres de los samuráis, en los blancos muros de Himeji estaban representadas espadas, arcos, estandartes y armaduras, pero también pinturas, lacas, vajillas de porcelana, objetos de bronce y seda. 

Devuelto en 1467 a los descendientes de la familia Akamatsu, el castillo permaneció en sus manos hasta 1577, cuando Ota Nobunaga , después de pasar a formar parte de la coalición de grandes señores feudales que quitó el poder a los Ashikaga, lo asignó a su lugateniente Hideyoshi, que modernizó la construcción y le añadió pequeñas torres.  En 1580 cuando fue ampliado por el célebre general Tayotomi Ideyoshi y los portugueses introdujeron las armas de fuego, fueron construidos entonces, amplios fosos, sólidos muros y se crearon espacios en el interior por los que un ejército armado con sus fusiles podía moverse con rapidez. Finalemente, en 1600 fue remodelado por el general Terumasa Ikeda. Se necesitaron nueve años y 50, 000 obreros, divididos en equipos de trabajo que competían unos con otros, encargándose cada uno de levantar una parte diferente, y eran dirigidos por una estructura jerárquica de excelentes maestros carpinteros. Piedras y madera eran de primera calidad.

De muy humilde origen (era un sencillo palafrenero de Kobunaga), Hideyoshi consiguió alcanzar la paz en el atormentado imperio, entró por adopción en la noble familia de los Fujiwara, y logró ser nombrado primer ministro, reorganizó el ejército dotándolo de cañones y arcabuces, mejoró el nivel comercial de Japón introduciendo productos portugueses, e intentó la conquista de Corea. Muerto Hideyoshi en 1598, Hikeji fue entregado como feudo en 1601 e Ikeda Serumasa, en compensación por su valeroso comportamiento en la batalla de Sekigahara, que había dado el control de Japón a otro gran hombre de Estado y de guerra, Leyasu Tokugawa, cuyos descendientes gobernaron el imperio hasta 1868. Comenzó un periodo de prosperidad económica y de buena administración que hizo inútiles los trabajos de fortificación realizados por Terumasa en Himeji, cuyas torres habían sido elevadas hasta cincuenta metros: el castillo no había sido nunca asediado, y su utilización bélica se había limitado a alojar el mando de una división del ejército japonés desde finales del siglo XIX hasta 1931, cuando fue proclamado patrimonio nacional.
La fortaleza ocupaba una superficie de 230 hectáreas, que conformaban una planta en espiral, un auténtico laberinto. Kaempfer, médico de la compañía Holandesa de las Indias, afirmó que no había encontrado nada similar en Europa. El castillo consistía en una torre principal de 30 metros (Daitenshukaku), tres menores (Shotenshikaku) y un torreón (Tenshukaku) . Sus colosales almacenes guardaban arroz y armas. Los muros estabaln construidos con una curvatura descendente de 30 a 40 grados para sostener el enorme peso de la gran torre Daitenshukaku y evitar los daños producidos por los terremotos. Dos gigantescas pilastras de 24 metros sostenían la estructura portante de la torre que desde el exterior parecía dividida en cinco pisos pero en realidad eran siete, una estrategia para desorientar al enemigo. El castillo disponía nada menos que de ochenta puertas principales. numerosos pasos secretos. templos y barrios rigurosamente separados para la administración. En el ha quedado reflejado todo el arte del trabajo sobre la piedra, la Nedori no Gumen "el arte de la Creación de un Bastión"

Image result for castillo de himeji

0 comentarios:

Publicar un comentario