Sobre este cuento Borges contó "Hacia mil novecientos cuarenta y tantos yo era secretario redactor de una revista más o menos secreta. Una tarde como las demás, un muchacho muy alto, cuyos rasgos no puedo recobrar, me trajo un cuento manuscrito. Le dije que volviera a los diez días y le daría mi parecer. Volvió a la semana. Le dije que su cuento me gustaba y que ya había sido entregado a la imprenta. Poco después, Julio Cortázar, leyó en letra de molde “Casa Tomada” con dos ilustraciones a lápiz de Norah Borges. Pasaron los años y me confió una noche, en París, que esa había sido su primera publicación. Me honra haber sido su instrumento.
El tema de aquel cuento es la ocupación gradual de una casa por una invisible presencia. En ulteriores piezas, Julio Cortázar lo retomaría de un modo indirecto y por tanto más eficaz. Cuando Dante Gabriel Rossetti leyó la novela “Cumbres Borrascosas” le dijo a un amigo ‘La acción transcurre en el infierno pero los lugares, no sé por qué, tienen nombres ingleses’. Algo análogo pasa con la obra de Cortázar. Los personajes de la fábula son deliberadamente triviales. Los rige una rutina de casuales amores y de casuales discordias. Se mueven entre cosas triviales: marcas de cigarrillo, vidrieras, mostradores, whisky, farmacias, aeropuertos y andenes. Se resignan a los periódicos y a la radio. La topografía corresponde a Buenos Aires o París y podemos creer al principio que se trata de meras crónicas. Poco a poco sentimos que no es así. Muy sutilmente el narrador nos ha traído a su terrible mundo, en que la dicha es imposible. Es un mundo poroso, en el que se entretejen los seres; la consciencia de un hombre puede entrar en la de un animal o la de un animal en la de un hombre. También se juega con la materia de la que estamos hechos, el tiempo. En algunos relatos fluyen y se confunden dos series temporales.
El estilo no parece cuidado, pero cada palabra ha sido elegida. Nadie puede contar el argumento de un texto de Cortázar, cada texto consta de determinadas palabras en determinado orden. Si tratamos de resumirlo, vemos que algo precioso se ha perdido."
El cuento narra la historia de dos hermanos que viven en una gran casa donde su familia ha habitado por generaciones. Ambos habitan tranquilamente en ella, realizando las mismas tareas cada día de forma monótona, sin embargo, la repentina aparición de sonidos extraños como murmullos que se van apoderando de distintas zonas de la casa, no les deja más remedio que abandonarla y escapar.
Existen una amplia variedad de análisis, uno de estos incluye elementos psicoanalíticos al sugerir que la casa representaría para los hermanos el útero materno del cual no quieren salir por miedo al exterior. Otros afirman también, que esos hermanos representen a las generaciones intolerantes con las nuevas generaciones o con la juventud que los desplaza lentamente en el tiempo; o tal vez huyan asustados ante la "presencia" de antepasados que los atormentan. Por otra parte, existen análisis que le otorgan una atmósfera de religiosidad a través de la observación de las ocupaciones cotidianas, realizadas casi como un “ritual”, y también por el enclaustramiento de los hermanos. Incluso se llegaron a establecer analogías entre estos dos hermanos con la historia bíblica de Adán y Eva al ser expulsados del Paraíso.
Sin embargo la idea más aceptada radica en una cuestión política. Durante el año de su publicación, Argentina se veía gobernada por Juan Domingo Perón, y dividida en los bandos peronistas y los antiperonistas, y fue entonces que el cuento tomó una interpretación metafórica en donde la Argentina tradicional va retrocediendo a causa del peronismo y la participación en la vida política de los sectores populares, que habían sido marginados y excluidos de esa actividad, haciendo alusión a los hermanos (Argentina tradicional) y cómo se ven obligados a retroceder y huir, ante el avance de los sonidos misteriosos (los sectores marginados). Al respecto, Cortázar ha dicho que esa interpretación puede ser válida, sin embargo, en diversas ocasiones declaró que el origen de la historia provino de una pesadilla, donde un ente se hace presente en su casa y poco a poco, a causa del temor, lo va orillando a diferentes zonas de la casa hasta que finalmente termina por expulsarlo.
El autor comenta, “Casa tomada bien podría representar todos mis miedos, o quizás, todas mis aversiones; en ese caso la interpretación antiperonista me parece bastante posible, emergiendo incluso inconscientemente”.
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