Levantado sobre un protegido promontorio situado junto a un lago de Ginebra, el espectacular castillo parece que fue levantado sobre el agua. Se ignora cuando fue construido exactamente, pero la primera cita sobre su existencia se remonta al años 1150, y si finalidad era la de controlar la vía que desde Borgoña llevaba al Paso del Gran San Bernardo, bloqueando el estrecho paso entre la montaña y el paso. En aquella época era una fortaleza de los Saboya, que había sido reconstruida en 1248 y ampliada por Pedro de Saboya, llamado el Pequeño Carlomagno, que le permitió alcanzar sobre las tropas imperiales una victoria que le aseguró el control sobre Vaud. Al siglo siguiente, gracias a su posición, se convirtió en la residencia veraniega preferida de los condes de Saboya y de su corte.
En el siglo XVI, en tiempos de la guerra de religión, tuvo como huéspedes involuntarios a los prisioneros de los duques de Saboya, de los que el más conocido fue François de Bonnivard, prior de Saint-Victor en Ginebra y defensor de la independencia de su país frente a los Saboya, homenajeado en un poema de Byron. Capturando en el Jura por una banda de bandoleros, Bonnivard fue literalmente vendido al duque de Saboya, que lo encarceló en los subterráneos de Chillon. Aquí permaneció durante seis años encadenado en un pilar, en torno al cual daba vueltas como una fiera en la jaula: todavía puede verse el anillo al que estaba sujeta la cadena fijada a su cintura y el círculo marcado en el suelo de los innumerables pasos dados a su alrededor. En 1536 una potente flota de navíos ginebrinos apoyada por un ejército bernés puso asedio al castillo hasta que consiguió apoderarse y liberar al prisionero. Chillon se convirtió en la residencia de un ministro bernés hasta 1733, cuando fue convertido en prisión del Estado, las celdas que habían custodiado a los prisioneros de Saboya sirvieron para los defensores de las nuevas ideas revolucionarias reprimidas por el Antiguo Régimen. Cuando Suiza fue ocupada por los franceses, en 1798, el castillo se convirtió en un depósito de armas y municiones.
Una primitiva construcción fue edificada por los romanos en una posición de gran importancia estratégica sobre una saliente rocosa a nivel del agua, para controlar una estrecha vía ubicada entre la montaña y el lago. De hecho junto a la del paso del Gran San Bernardo, la vía Chillon sería conocida como la Ruta de Italia, que durante mucho tiempo fue la única que unió el norte de Europa con el centro y sur de Europa Central. En el siglo XI fue elevada una nueva fortaleza que en el siglo XII pasó a los condes de Saboya, los cuales la convirtieron en residencia y centro de peaje, dándole su aspecto actual: fortaleza por la parte que da a tierra y palacio por la que da al lago. Este conjunto realmente único en el mundo reagrupa algo así como veinticinco diferentes corps de batiments; la Camera Domini, la capilla y grandes salas y patios interiores que se remontan todos a aquel periodo. A Chatillon pertenecía la autentica flota de Lemans, preparada por carpinteros de ribera genoveses, de la que todavía hoy afloran restos de las arenas del Ródano. El desarrollo de la ruta del paso de San Gotardo provocó el declive de la Ruta de Italia y de Chillon como fortaleza militar. El castillo paso, entonces, a ser utilizado como prisión. Es uno de los castillos medievales mejor conservados de Europa, custodia colecciones artísticas, armas antiguas, cofres, restos encontrados en antiguas excavaciones, muebles y muestra, además, varias exposiciones contemporáneas y manifestaciones culturales.
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