"El ser supremo de los incas, que también es un dios de la tormenta y un dios del sol. Viracocha era ya una divinidad de gran importancia en el Perú pre-inca. Se le representaba con el sol por corona, rayos en las manos y lágrimas cayendo de sus ojos como lluvia. Viracocha era Illa (luz), y Tici, "el principio de las cosas". El nombre mismo de Viracocha significa probablemente "lago de creación". Según una tradición, el lago Titicaca fue el lugar donde se produjo la creación del sol, la luna y las estrellas. La leyenda relata que Viracocha recorría la tierra adoptando la forma de un mendigo. Esta figura del mendigo andrajoso y despreciado probablemente se relaciona con el único rasgo característico de Viracocha: sus lágrimas cósmicas. Las aguas vivas fueron las lágrimas del dios creador, que conocía los sufrimientos de sus criaturas y quería ayudarlas.
Viracocha hizo la tierra, las estrellas, el cielo y la humanidad. Pero su creación no le satisfizo y mandó un diluvio que barrió la faz del mundo y mató a los primeros hombres, probablemente gigantes. Luego hizo una nueva y mejor humanidad y recorrió la tierra disfrazado de mendigo, enseñando a los hombres los rudimentos de la civilización y obrando numerosos milagros. En una cosmología posterior, las edades de la tierra se elevan a cinco. La primera fue la edad de Viracocha, cuando los dioses gobernaban y la muerte era desconocida; la segunda fue la edad de los gigantes, adoradores de Viracocha; la tercer edad fue la de los primeros hombres, cuya existencia nunca sobrepasó un nivel muy primitivo, la cuarta edad fue la de los auca runa, "guerreros", autores de las primeras civilizaciones, como la de los mochicas; la quinta edad, la del Imperio Inca, concluye con la llegada de los españoles en 1531. Viracocha desapareció por el Océano Pacífico, "caminando sobre las aguas como sobre la tierra, sin hundirse". Los incas nunca olvidaron a este dios a pesar de la elevación de Inti, el dios del sol.
Fuente: Mitos. Diccionario de mitología universal. Arthur Cotterell
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