Una década después de la derrota de Maratón, en el año 480 antes de nuestra era, el rey Jerjes retomó la invasión persa de Grecia. Un ejército griego liderado por Esparta trató de frenar a los persas en el paso de las Termópilas, pero fue derrotado a pesar de su valiente resistencia en condiciones muy desfavorables.
El rey persa Jerjes guió a un inmenso ejército por tierra desde los Dardanelos, acompañado por una flota considerable que avanzaba siguiendo la costa. Sus fuerzas pronto llegaron al norte de Grecia. La alianza de polis liderada por Atenas y Esparta trató de detener el avanza de los persas por tierra, en el estrecho paso de las Termópilas, y por mar, en los cercanos estrechos de Artemiso.
Al frente del ejército griego estaba el rey de Esparta, Leónidas que contaba con unos 7,000 hombres, frente a unos 70,000 del ejército enemigo. La infantería acorazada de Grecia formó una fila de pocas decenas de metros de longitud entre una empinada colina y el mar. El reducido campo de batalla evitó que el numeroso ejército persa pudiera atacar de una vez. Los griegos resistieron dos días sin apenas pérdidas, mientras que los persas sufrieron muchas bajas. Jerjes, finalmente, descubrió un sendero por el cual sus tropas podían atravesar las líneas enemigas, y al tercer día atacó por esa ruta y barrió los flancos del ejército griego.
Se dice que Leónidas y su escolta formada por 300 hombres se negaron a retirarse porque iba contra la ley y las costumbres de Esparta, y emprendieron un último ataque suicida que acabó con sus vidas. Mientras tanto, la fuerza naval griega, compuesta en gran parte por atenienses, recibió la noticia de la derrota en el paso de las Termópilas, y se retiró de Artemiso tras la batalla librada contra la flota persa.
- Persas (20,000)
- Griegos (2,000)
Fuente: 1001 batallas que cambiaron el curso de la historia. R.R. Grant
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