Tras siglos de estudios de los textos bíblicos, los especialistas han logrado identificar una serie de estratos de redacción, así como una considerable de incongruencias, anacronismos, contradicciones, vagedades y hasta plagios. Veamos a continuación una breve selección de ejemplosque atestiguan los problemas anteriores y que obligan a plantear serias dudas acerca de la fiabilidad de la Biblia como fuente histórica:
- En el libro del Génesis, cuando se narra la historia de los patriarcas se afirma que Abraham era originario de la ciudad de Ur de los caldeos. Si se tiene en cuenta que los especialistas suelen datar las sagas patriarcales en algún momento de la primera mitad del siglo II a.C., entonces estamos delante de un evidente anacronismo, ya que los caldeos no dominaron Ur hasta aproximadamente mil años después. Por consiguiente en los supuestos tiempos de Abraham la ciudad de Ur jamás hubiera sido denominada tal y como aparece en el Génesis.
- Nuevamente en la historia de los patriarcas, en otro pasaje del Génesis se afirma que en los rebaños de Abraham había camellos, algo que resulta realmente sorprendente si tenemos en cuanta que durante la primera mitad del II milenio, el camello era un animal que aún no había sido domesticado.
- El caso de Moises es realmente significativo, cuya historia acerca de sus orígenes parece una copia, sospechosamente similar, de la historia del rey Sargón de Acad, que fue redactada por los escribas de Nínive en el siglo VII A.C. Según dicha historia, Sargón fue el hijo de una sacerdotisa y de un nómada de las montañas. Su madre, que en función de su posición, no podía tener hijos, no pudo hacerse cargo del recién nacido. Por eso lo colocó en el interior de una cesta de juncos impermeabilizada con betún y lo abandonó en el Eufrates. Las similitudes entre la historia de Sargón y Moisés son evidentes
- También en torno a la figura de rey David aparecen informaciones que son claramente contradictorias. Así, por ejemplo, en el primer libro de los Reyes se afirma que David fue quien mató al gigante filisteo Goliath en combate singular, mientras que en el segundo libro de los Reyes se indica que fue un tal Eljanán quien mató a Goliat. Finalmente en el primer libro de Crónicas se termina diciendo que en realidad Eljanán mató a un hermano de Goliat.
- Sobre el Diluvio Universal claramente se encuentra una referencia a él en el "Poema de Gilgamesh". Muerto su amigo Enkidu, Gilgamesh se entera que existe en la tierra un hombre que no conocerá la muerte, su nombre es Utnapishtim y habita en los confines de la tierra. Después de superar diversos obstáculos, Gilgamesh logra entablar conversación con Utnapishtim, quien le cuenta que tiempo atrás aconteció un diluvio y que gracias a un arca se salvó él y diversos animales, como recompensa los dioses le otorgaron la vida eterna.
La lista de estas referencias podría ser inmersa, pero además de estos problemas de tipo textual cabe añadir otras complicaciones surgidas a raíz de los hallazgos aportados por la investigación arqueológica que se ha llevado a cabo en Israel y el Próximo Oriente:
- Entre los episodios más memorables relacionados con la conquista del país de Canaán por parte de las tribus israelitas en torno al año 1200 a.C. encontramos las conquistas de las ciudades de Ay, y sobre todo de Jericó. Pues bien, las excavaciones arqueológicas realizadas en Jericó y Ay han demostrado que ambas ciudades jamás pudieron haber sido conquistadas por los israelitas. En el caso de Jericó, la arqueología ha demostrado que, si bien el lugar tuvo una época de esplendor durante el periodo Neolítico, en torno al año 1200 a.C. se hallaba casi deshabitado. En cuanto a la ciudad de Ay, la ciudad si fue destruida de forma violenta, pero esto ocurrió más de un milenio antes de la supuesta época de Josué.
Pero no todo son incongruencias y/o anacronismos. Por ejemplo se han encontrado en algunos textos asirios y babilónicos que mencionan reyes de Israel y de Judá que también aparecen contenidos en el Antiguo Testamento. Incluso uno de esos textos, el que aparece grabado en el Obelisco Negro, está acompañado por un relieve en el que aparece representado el rey Jehú de Israel entregando tributo al rey Salmanasar III de Asiria. Otro caso de coincidencia parcial entre Biblia y un texto extrabíblico es el de la famosa estela de Mesha que contiene una larga inscripción en caracteres muy similares a los fenicios. Dicha estela fue ordenada erigir por el rey Mesha rey de Moab, un personaje que también aparece citado en el libro de los Reyes.
Cabe tener en cuenta que la mayoría de los libros bíblicos sufrieron un largo periodo de transmisión, periodo que en ocasiones pudo durar siglos. Y a lo largo de ese prolongado proceso los libros sufrieron una constante labor de edición y reelaboración, para adecuarlos a las circunstancias de las diversas épocas. El estudio científico de los mismos, basado en la crítica textual y en el análisis de los datos proporcionados por las fuentes ajenas a la Biblia, demuestra que esas compilaciones combinan informaciones de muy diverso tipo y origen. De esta forma, algunos datos históricos conviven con leyendas, mitos y cuentos y el resultado final son unos textos sumamente complicados, con un supuesto origen histórico.
Fuente: National Geographic. Historia: Reinos e Imperios de Próximo Oriente.
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