El Rubí (Ruben Dario)

Este es un pequeño cuento escrito por el poeta nicaragüense Rubén Darío, quien es considerado un gran representante del modernismo; que enriqueció el idioma con su uso de recursos estilísticos y preparó el terreno para la literatura hispanoamericana en el S. XX.

Comienza cuando un grupo de gnomos manifiestan su enojo ante el hecho de que los seres humanos han podido falsificar un rubí; por lo que uno de ellos llamado Puck, va al mundo de los humanos y roba del collar de una mujer que dormía, uno de esos falsos rubíes para llevarlo ante todos los gnomos. 

Mientras todos critican al rubí que han logrado hacer los humanos, aparece un viejo gnomo, que comienza a relatar cómo se crearon hace muchas lunas estas piedras preciosas. Explica entonces, cómo un día mientras estaba en sus labores, se encontró un grupo de hermosas mujeres, y con la gran fuerza de sus brazos jóvenes, tomó a una de ellas por la cintura y la llevó con él al centro de la Tierra, donde habitaba.

De esta manera, la mujer se encontraba diario sobre una cama de cristal mientras el gnomo trabajaba en su taller creando diamantes. Sin embargo, el gnomo cuenta al resto del clan, que a pesar del amor que él le había dado a esta mujer, ella lo engañaba, pues en secreto amaba a otro hombre; le enviaba suspiros a través de la tierra y él correspondía.

Entonces un buen día, el gnomo se despertó al escuchar un leve gemido de dolor y pudo ver cómo su amada sufría a causa de las miles de heridas que atravesaban su cuerpo, y que se había hecho con los diamantes en su intento por huir de ese lugar. El gnomo la besó apasionadamente, pero sólo pudo sentir como el alma abandonaba el cuerpo de la mujer que amaba, mientras toda la sangre bañaba los diamantes del suelo y las paredes, tiñéndolos de rojo, y creando el rubí, hijo de la sangre y la sensualidad de la mujer.

Después de escuchar el relato, los gnomos se encontraban mucho más molestos ante la falsificación que los humanos habían hecho sobre una de las piedras más hermosas, por lo que lo destruyen, mientras que con rubíes verdaderos, bailan maravillándose de los hermosos colores de esta piedra. 

Este cuento revela la expresión de dos ideas del autor: la vanidad de los hombres frente al poder de la naturaleza, el cual encuentran totalmente misterioso, y un elogio a la sensualidad de la mujer.