Generalmente se dice que es hijo de Zeus y de Pluto. Su reino se encontraba en Frigia, aunque algunos dicen que en Lidia. Era en exceso rico y los dioses le amaban tanto que incluso le admitían como invitado en sus festines. Tenía por esposa a la pléyade Dione, pero no fue la única, también se menciona a otra pareja de nombre Eurianasa, hija de Pactolo.
En general, los mitógrafos le atribuyen un lugar no muy alto en el imaginario griego, sin embargo, pasó a la fama por uno de los castigos más celebres que guarda la mitología universal.
La causa que provocó el castigo no está bien definida. Se dice que un día Tántalo fue invitado a la mesa de los dioses, ahí estos hablaron sin mesura de cosas que no cualquier ser debía enterarse, Tántalo que lo escuchó todo, se precipitó hacia la tierra y reveló los secretos divinos a los mortales, cosa que lógicamente provocó la ira de las dioses. Otros afirman que la causa no fue esa, sino que Tántalo en uno de los tantos banquetes que compartió en el Olimpo, decidió inmolar a su hijo y darles de comer su carne a las deidades, al darse cuenta de ello, las represalias no se hicieron espera, el castigo fue memorable:
Víctima de sed y hambre, Tántalo fue sumergido en agua hasta el cuello, no podía beber porque cada vez que el trataba de beber, el líquido retrocedía, alejándose así de él. Y una rama cargada de apetitosos frutos pendía sobre su cabeza, pero sí trataba de acercar su brazo para tomar un fruto, la rama se alejaba bruscamente. Otros autores añaden un suplicio más: una piedra que amenazaba por caerle encima en cualquier momento. Fue así como fue castigado el rey de Frigia.
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