El término expresionismo, tal y como lo entendemos hoy en día, fue usado por primera vez en 1912 por H. Walden (1879-1941), propietario de Der Sturm (La tormenta) una progresista revista alemana especializada en arte. Los expresionistas, muchos de los cuales trabajaban en Alemania, donde se originó el movimiento, querían crear un tipo de arte que enfrentara al observador con una representación intensa, directa y personal del estado de ánimo del artista. El arte expresionista era un tipo de arte figurativo que representaba ciertos elementos comunes: la distorsión lineal, la revaluación del concepto de belleza, la simplificación radical de los detalles y la intensa coloración.
Los expresionistas lograron intensificar la sensación de perentoriedad a través del uso de colores no naturalistas y de formas exageradas y alargadas. La pintura Dos hombres a la mesa de Heckel está inspirada en la novela de Fiodor Dostoievski El idiota. Heckel combina los colores chillones con la representación angular para crear una escena propia de pesadilla. Oponiendo la rigidez y las limitaciones de la sociedad industrial moderna, artistas como él ponían en entredicho las nociones más amplias del arte. Los expresionistas pensaban que, si había mal en el mundo, debía ser representado.
Dos hombres a la mesa. Heckel. |
El movimiento expresionista se asociaba con dos grupos de artistas: uno con base en Dresde y el otro en München. Ambos tenían objetivos e influencias en común. Querían diferenciarse de la sociedad urbana aburguesada en la que muchos crecieron. Algunos vivían en comunas situadas en zonas rurales, desde donde desarrollaban su fascinación por las sociedades "primitivas" y coleccionaban e imitaban el arte folclórico alemán en un esfuerzo por reavivar la fuerza vital del arte que, según ellos, se había debilitado. Descubrieron y se dejaron influenciar por la obra de Gauguin, quien, tras trabajar en Bretaña y en las islas del Pacífico, dejó de usar colores realiastas y empezó a representar sus escenas, a menudo imaginarias, a través de formas simples y aplanadas, que más tarde caracterizarían a la pintura expresionista.
Los expresionistas también buscaron inspiración en las obras del Renacimiento alemán, en Durero y Grünewald. Sus estudios les convencieron del poder expresivo del blanco y el negro, por lo que se pusieron a trabajar para dar vigor a la técnica medieval de creación de grabados a partir de bloques de madera. Rottluff no sólo se inspiró en los grabados de madera sino en sus investigaciones del arte tribal africano para producir su adusto autorretrato. La obra de Van Gogh y Munch también influyó en la producción de los expresionistas. En la búsqueda de algo más profundo, estos pintores se desmarcaron de la sociedad convencional y rechazaron la imitación concienzuda de la naturaleza.
El expresionismo alcanzó su punto álgido con Der Blaue Reiter y a pesar de que el grupo se desintegró con el estallido de la Primera Guerra Mundial, el arte expresionista se extendió por toda Alemania una vez finalizado el conflicto. Cuando los nazis llegaron al poder, prohibieron el arte expresionista junto con otras corrientes artísticas vanguardistas por considerarlos "degenerados". A partir de la década de 1930, el expresionismo se convirtió en una importante influencia para muchos jóvenes artistas norteamericanos a causa del éxodo de muchos artistas europeos a Norteamérica.
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