Antecedentes
A lo largo de la última década el interés por el cine japonés se ha incrementado exponencialmente pero esto no significa que en nuestro idioma exista literatura al respecto, es sorprendente que cineastas tan conocidos internacionalmente como Mamoru Oshii, Katsuhiro Otomo y Hayao Miyazaki no tengan el reconocimiento que reciben en otras latitudes. Es especialmente curioso el caso del último si tomamos en cuenta que obtuvo el Oso de Oro en el Festival Internacional de Berlin 2002 y el Óscar a Mejor Película Animada ese mismo año.
A lo largo de la última década el interés por el cine japonés se ha incrementado exponencialmente pero esto no significa que en nuestro idioma exista literatura al respecto, es sorprendente que cineastas tan conocidos internacionalmente como Mamoru Oshii, Katsuhiro Otomo y Hayao Miyazaki no tengan el reconocimiento que reciben en otras latitudes. Es especialmente curioso el caso del último si tomamos en cuenta que obtuvo el Oso de Oro en el Festival Internacional de Berlin 2002 y el Óscar a Mejor Película Animada ese mismo año.
La obra de Hayao esta entretejida a partir de una serie de temáticas transversales y elementos recurrentes que configuran su mundo cinematográfico a través de la repetición de modelos de personajes -y de la reiteración de sus rasgos psicológicos-, de la importancia de la literatura infantil a la hora de acometer la creación artística, su gusto por la aviación, su discurso por la preservación de la naturaleza, de su intención didáctica o de su militancia política -que lo llevó en 2003 a no asistir a la entrega del Óscar a la Mejor Película de Animación por El Viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi) debido a su oposición a la participación de Estados Unidos en la Guerra de Irak.
Ciertos aspectos de su biografía se tornan vitales a la hora de entender la forma de concebir su trabajo. Hayao Miyazaki nació en Tokio en 1941, su infancia más temprana estuvo marcada por ls Segunda Guerra Mundial, lo que obligó a su familia a trasladarse a la prefectura de Tochigi. Allí, en la ciudad de Kanuma, su tío era dueño de Miyazaki Airplane Corporation, compañía dedicada a la manufactura de piezas de avión, por lo que sus primeros recuerdos están asociados a la aviación -una de sus grandes aficiones y un elemento recurrente en sus películas.- Otro de los grandes pasajes que marcaron su vida fue la enfermedad de su madre, quién estuvo mucho tiempo obligada a guardar cama debido a que padecía tuberculosis espinal -hecho inspirador del germen en Mi Vecino Totoro (Tonari no Totoro, 1988).- La fuerte personalidad de mu madre también influyó en la forma como proceso tanto la guerra como la participación de los intelectuales japoneses tras está. Su adolescencia estaría marcada por su predilección por el manga, aunque el visionado de Panda y la serpiente mágica (Hakuja den, 1958) de Taiji Yabushita tuvo como consecuencia que comenzara a interesarse por la animación.
Tras finalizar sus estudios en Economía Política en la Universidad de Gakushûin, en 1963 encontró trabajo como animador en Toei Dôga -la división de animación de la productora de cine Toei, dónde conoció a dos de sus colaboradores más importantes Isao Takahata (co-fundador de Studio Ghibli) y Yasuo Ôtsuka (mentor de ambos).- Los tres coincidieron en el sindicato de la compañía y sintieron una fuerte afinidad, no solo por su forma de entender la animación sino por sus coincidentes ideas políticas.
Con la ayuda de Ôtsuka dieron sus primeros pasos hacia la creación personal con Las Aventuras de Hols, El Príncipe del Sol: La princesa encantada (Taiyô no ôji Horusu no daibôken, 1968), la ópera prima de Takahata. Las desavenencias con Toei Dôga durante la producción y el estreno del film provocaron la partida de los tres colaboradores. En su paso por diferentes compañías realizaron varias series para televisión y otros proyectos como Panda y sus amigos (Panda kopanda, 1972) -a partir de una idea original y guión de Miyazaki-, Heidi (Arapusu no shôjo Heidi, 1974) o Marco de los Apeninos a los Andes (Haha wo tazunete sanzen ri, 1976). Estas dos últimas permitieron a Miyazaki viajar a Europa y Argentina para buscar locaciones, el paisaje occidental le impresionaría fuertemente y cobraría una importancia vital en su filmografía.
En 1978 dirigió su primera serie Conan, el niño del futuro (Mirai shônen Conan) y año más tarde filmó su primer largometraje: El Castillo de Cagliostro (Rupan sansei, Kariosutoro no shiro, 1979). Con todo, su obra comenzaría a llamar la atención del publico con el estreno de Nausicaä, del Valle del Viento (Kaze no tani no Naushika, 1984), adaptación de un manga homónimo que empezó a publicar dos años antes para la revista Animage.
El encuentro con el redactor en jefe de la publicación Toshio Sizuki, y la popularidad del film le impulsaron a crear su su propia empresa junto a Takahata en 1985 el Studio Ghibli -dónde ha desarrollado el resto de su obra.- El primer gran éxito de la compañía fue Nicky, la aprendiz de bruja (Majô no takkyûbin, 1989), seguido por La Princise Mononoke y El Viaje de Chihiro. A su producción de largometrajes se suman colaboraciones para anuncios de televisión, la realización de un videoclip, la publicación de historietas bélicas para la revista Model Graphix, la escritura de guiones para otros directores y el diseño de Ghibli Museum donde Miyazaki ha ido estrenando periódicamente, desde 2001, una serie de cortrometajes que solo se pueden ver en exclusiva en dicho espacio.
Su filmografía se ha destacado por un éxito arrollador fundamentalmente dentro de Japón, y notablemente fuera de las fronteras del país, así como por su capacidad para llegar a todo tipo de públicos. Prueba de esto son las palabras que le dedicó Akira Kurosawa en una carta:
Siempre estoy entre risas y lágrimas ante el magnifico espectáculo de sus películas animadas. La belleza de las imágenes, su sentido de lo natural, si simplicidad no dejan de conmoverme. Me alegro al pensar que realizadores como usted han sabido lograr su independencia frente a los grandes estudios japoneses que no han sabido evolucionar y han perdido el verdadero sentido del cine.
Tras finalizar sus estudios en Economía Política en la Universidad de Gakushûin, en 1963 encontró trabajo como animador en Toei Dôga -la división de animación de la productora de cine Toei, dónde conoció a dos de sus colaboradores más importantes Isao Takahata (co-fundador de Studio Ghibli) y Yasuo Ôtsuka (mentor de ambos).- Los tres coincidieron en el sindicato de la compañía y sintieron una fuerte afinidad, no solo por su forma de entender la animación sino por sus coincidentes ideas políticas.
Con la ayuda de Ôtsuka dieron sus primeros pasos hacia la creación personal con Las Aventuras de Hols, El Príncipe del Sol: La princesa encantada (Taiyô no ôji Horusu no daibôken, 1968), la ópera prima de Takahata. Las desavenencias con Toei Dôga durante la producción y el estreno del film provocaron la partida de los tres colaboradores. En su paso por diferentes compañías realizaron varias series para televisión y otros proyectos como Panda y sus amigos (Panda kopanda, 1972) -a partir de una idea original y guión de Miyazaki-, Heidi (Arapusu no shôjo Heidi, 1974) o Marco de los Apeninos a los Andes (Haha wo tazunete sanzen ri, 1976). Estas dos últimas permitieron a Miyazaki viajar a Europa y Argentina para buscar locaciones, el paisaje occidental le impresionaría fuertemente y cobraría una importancia vital en su filmografía.
En 1978 dirigió su primera serie Conan, el niño del futuro (Mirai shônen Conan) y año más tarde filmó su primer largometraje: El Castillo de Cagliostro (Rupan sansei, Kariosutoro no shiro, 1979). Con todo, su obra comenzaría a llamar la atención del publico con el estreno de Nausicaä, del Valle del Viento (Kaze no tani no Naushika, 1984), adaptación de un manga homónimo que empezó a publicar dos años antes para la revista Animage.
El encuentro con el redactor en jefe de la publicación Toshio Sizuki, y la popularidad del film le impulsaron a crear su su propia empresa junto a Takahata en 1985 el Studio Ghibli -dónde ha desarrollado el resto de su obra.- El primer gran éxito de la compañía fue Nicky, la aprendiz de bruja (Majô no takkyûbin, 1989), seguido por La Princise Mononoke y El Viaje de Chihiro. A su producción de largometrajes se suman colaboraciones para anuncios de televisión, la realización de un videoclip, la publicación de historietas bélicas para la revista Model Graphix, la escritura de guiones para otros directores y el diseño de Ghibli Museum donde Miyazaki ha ido estrenando periódicamente, desde 2001, una serie de cortrometajes que solo se pueden ver en exclusiva en dicho espacio.
Su filmografía se ha destacado por un éxito arrollador fundamentalmente dentro de Japón, y notablemente fuera de las fronteras del país, así como por su capacidad para llegar a todo tipo de públicos. Prueba de esto son las palabras que le dedicó Akira Kurosawa en una carta:
Siempre estoy entre risas y lágrimas ante el magnifico espectáculo de sus películas animadas. La belleza de las imágenes, su sentido de lo natural, si simplicidad no dejan de conmoverme. Me alegro al pensar que realizadores como usted han sabido lograr su independencia frente a los grandes estudios japoneses que no han sabido evolucionar y han perdido el verdadero sentido del cine.
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