En el Valle del Dora, cerca de Verres, se encuentra una pequeña comarca que conserva una impronta claramente medieval, dominada por la mole compacta y maciza de un castillo que es considerado el ejemplo más típico de arquitectura militar de Aosta. En efecto, allí se recorta el castillo de Issogne, considerado como el edificio señorial modelo situado entre el gótico y el renacimiento. Ambos, Verres e Issogne pertenecen a los Challant.
El primero fue levantado entre 1360 y 1390, y después rodeado por una gran muralla en el siglo XVI, el segundo se debe a Giorgio Challant, eclesiástico y humanista, espíritu inquieto que había viajado por toda Europa y comenzó la construcción en 1480, descorándolo después con tal suntuosidad que fue valorado como "el palacio más noble del Estado de Saboya".
Issogne fue adquirido a finales del siglo XIX por Vittorio Avondo, que lo restauró, lo engalanó con muebles y objetos artísticos que recreaban la atmósfera propia del siglo XV y en 1907 lo donó al Estado, que completó la restauración en los años 1935-1936.
Si por su planta y por las articulaciones de las murallas aparece claramente como edificio del Renacimiento, la decoración es de finales del gótico, especialmente el bello patio decorado con abundantes frescos que muestran los escudos y los rasgos de los miembros de la familia Challant más ilustres, para recuerdo de sus descendientes: miroir pour les efants de Challant ("espejo de los niños de Challant"), es decir, imágenes de las que deben aprender los niños, como dice la deteriorada inscripción.
En cuanto a su decoración, muy conocidos son los frescos pintados en los medallones del pórtico, en los que un anónimo pintor representó con gran maestría escenas de la vida cotidiana, además del horno, la sastrería, la carnicería, el mercado y el cuerpo de guardia.
Exteriormente aparece como un gran edificio carente de características especiales, a excepción de las chimeneas que tienen forma de torre. El interior se levanta en torno a un pequeño patio que es tenido por el único ejemplo de un castillo valdostano que dispone de jardín. La torre más cercana era utilizada como halconera. Dos estilos son los que aparecen perfectamente armonizados, el renacentista italiano y el nórdico (arcos rebajados, galerías, ventanas de derivación borgoñona). En el centro del patio luce permanentemente la esplendida fuente-granado realizado con hierro batido. Pantaleone de Lalaz y Nicolás Longbvet. Insospechados tesoros de arte medieval fueron colocadas en las espectaculares salas del mejor conservado castillo valdostano: frescos, paneles de madera, muebles, curiosas inscripciones realizadas en las paredes de los castillos, una capilla con altar de madera que es una obra maestra del arte de Borgoña, y la célebre Cámara del rey de Francia, en cuyo techo hay un excelente artesonado pintado con lirios dorados sobre azul.
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