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domingo, 16 de julio de 2017

UN ACERCAMIENTO A LA HISTORIA NÓRDICA



Los vikingos crearon una civilización de más de trescientos años, entre 793 y 1103, extendida por todo el hemisferio norte desde Rusia hasta Canadá, y que significó un hecho clave en la formación de Europa. 

Texto tomado de: Historia. National Geographic #17. La europa Medieval. 

Para entender a los vikingos debemos valorar la expresión "fara í víking", es decir, "ir de expedición" en nórdico antiguo. Para algunos, como el obispo de Hamburgo, Adam de Bremen, se refiere a su condición de piratas, y para otros como el historiador islandés del siglo XII Snorri Sturluson, a la condición de unos hombres que iban de un sitio a otro en viajes de comercio y conocían muchos lugares. 

Fueron por tanto, guerreros y comerciantes. Si bien, con el nombre de vikingos hoy se designa a tres pueblos diferentes: los daneses, cuyos principales objetivos fueron: Inglaterra y la Europa carolingia; los noruegos, que se interesaron por Escocia, las Shetland, las Orcadas, la costa norte y este de Irlanda, Islandia y Groenlandia; y, finalmente, los suecos, que se dirigieron por el este al Báltico hasta la región de los grandes lagos rusos, y desde el Ladoga, eligieron dos rutas: por la más oriental descendieron hacia Gnezdovo por el río Dvina y por el Volga hasta llegar al mar Caspio en Itil, donde entraron en contacto con las caravanas que conducían a las lejanas ciudades de Bujara y Samarcanda; también llegarían, atravesando el Caspio, hasta Gurgan y Bagdad; por la ruta más occidental, desde Nóvgorod alcanzaron Kiev para después descender por el Dnieper hasta el Mar Negro, en Odesa y desde allí arribar incluso a las costas del Imperio Bizantino.

Las primeras expediciones tuvieron lugar entre 793 y 850 y fueron de tanteo. Pasado el año 850, estuvieron mejor organizadas; baste recordar la expedición que el año 858 hizo Björn Brazo de Hierro hizo por la costa atlántica hasta internarse por el río Guadalquivir, luego pasar al estrecho de Gibraltar y Algeciras, hasta llegar a Murcia y las Baleares, y remontando la costa catalana, alcanzar Narbona, Nimes y Valence, e incluso Pisa y Roma. La reacción europea no se hizo esperar. Se trataba de impedir el saqueo de los vikingos.

Los vikingos promovieron entonces el terror como un elemento del juego de la guerra, llevando a cabo rituales sangrientos como el blódörm: una práctica que consistía en extraer los pulmones de un hombre tumbado boca abajo y cuya sangre se expandía como si fueran unas alas, de ahí el nombre de "águila de sangre", con el que también se le conoce.

LA VIDA COTIDIANA EN UNA ALDEA VIKINGA 



La expansión vikinga creó emplazamientos de matiz escandinava en los lugares más remotos de la geografía europea, prueba de que tenían una avanzada cultura material, y que no eran los bárbaros de los que se habla a menudo. Los más importantes son los de Lindholm Hoje, en Dinamarca, Bergborshvall, en Islandia, y sobre todo el de Stöng, también en Islandia, admirablemente reconstruido por Agustsson.

Las aldeas constaban corrientemente de:


  • Empalizada: unas bardas rodeaban las aldeas a modo de empalizada. En su interior, la gente llevaba una vida dedicada al trabajo duro, pues la temporada de cultivo era breve y era imprescindible acumular provisiones para el invierno. 
  • Las casas: la construcción vikinga más característica es la skemma, una pequeña casa de un solo arco, con madera de roble, paredes de adobe y techo de paja de entre 10 y 30 m de longitud. La skáli era una casa principal de mayor tamaño. 
  • Las parcelas. Los vikingos labraban la tierra con un arado simple de madera (ardr), aunque también conocieron la carruca de hierro (plogr) con reja y el rastrillo (herfi). Cultivaban vegetales como arvejas y coles, y criaban cabezas de ganado. 
  • El fuerte. Fyrkat es uno de los pocos fuertes circulares que se han encontrado en Dinamarca. Hoy convertido en museo, desde finales del siglo X. Está rodeado de una muralla de barro y contenía 16 casas de arco largo. 
  • El puerto o Wik. Era un lugar especial para un pueblo constructor de naves y esencialmente marinero. Las naves tenían un casco que les permitía navegar por los ríos y atracar en la arena de las playas. El principal puerto fue Hedeby. 


El verdadero rostro de un vikingo



Esta cabeza de vikingo procede de Sigtuna, una población situada junto al lago Mälaren, cerca de Estocolmo [...]. El casco cónico con protección nasal, la barba y un pronunciado bigote ofrecen una imagen más cercana a la realidad que las habituales y a menudo deformadas leyendas románticas, y que se corresponde mejor con el término nórdico antiguo vikingr. 

LAS NAVES VIKINGAS 



Los barcos vikingos se convirtieron en una de las señas de identidad más característicos de este pueblo marino. Eran navíos de madera, dotados de una única vela cuadrada y un mástil central, que también podían ser impulsados por remos. Pese a su diversidad en cuanto tamaño, calado y perfil, todas las embarcaciones se construyeron siguiendo la técnica del tingladillo, mediante planchas longitudinales de una sola pieza que iban de proa a popa y componían el casco del barco. Existían dos tipos de barcos vikingos: 

  • Knarr: Esta embarcación era una nave de carga que, al ser más ancha y profunda, resultaba más lenta y menos maniobrable que el Drakkar, pero en cambio disponía de más espacio en el centro para almacenar mercancías y animales 
  • Drakkar: Era la nave de guerra y recibía su nombre del mascarón de proa con cabeza de dragón. Larga, estrecha y de poco calado, podía penetrar grandes distancias por los ríos o ser llevada fácilmente a tierra en una incursión. 







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