Historia de los Cantos Gregorianos

Este término alude al canto llano utilizado en la liturgia de la Iglesia Católica, aunque también es sinónimo de canto llano (música vocal usada en las misas). Sus orígenes se encuentran en la la evolución del canto romano confrontado con el canto galicano, también se dice que nace de la música de las sinagogas judías y en los cantos de las primeras comunidades cristianas. El nombre procede de una recopilación que se le atribuye al Papa Gregorio Magno, pero estos cantos no fueron ni compuestos ni recopilados por él, ya que no fue hasta el siglo IX cuando comenzó a asociarse su nombre al compendio musical, derivado de la biografía de Juan el Diácono.

Desde el nacimiento de esta música fue una oración cantada y esto debía ser realizado con devoción o, como decía Pablo de Tarso "Cantando a Dios en vuestro corazón..., el que canta bien, ora dos veces" por eso el canto gregoriano sólo se entiende en función del texto, por lo que la letra tienen prelación sobre la melodía y es lo que le da sentido. Es importante que quien lo cante comprenda el sentido del texto y no debe exagerarse. Del canto gregoriano proceden los modos gregorianos que dan base a la música occidental.

Las partituras de este canto están escritos en tetragrama; tienen un ritmo prosódico y siempre están escritos en latín excepto "Señor ten Piedad" que esta en griego; son cantos monódicos y a capella interpretado por voces masculinas en coro o en forma de solista; son formas modales escritas en uno de los ocho modos eclesiástico (protus, deuterus, tritus y tetrardus, cada uno en sus dos posibles versiones auténtica o plagal); la forma musical esta definida por el contexto litúrgico del texto; la línea melódica se mueve por grados conjuntos y son raros los grandes intervalos de voz.

Este tipo de cantos se pueden interpretar en alternancia de un solista y un coro, alternando dos coros o con un solista o un coro únicamente, sus textos pueden contener pasajes bíblicos. Las principales expresiones del canto gregoriano son el recitativo litúrgico, la salmodia, la Santa Misa y el Oficio divino. Los textos conocidos como accentus son entonados por los obispos, por los sacerdotes o por los diáconos, principalmente en una sola nota, con fórmulas melódicas muy simples en ciertos lugares de cada oración gramática. Los cantos más complejos son cantados por coros o solistas expertos en el canto gregoriano. 

Los cantos de la Misa

Los cantos Propios de la Misa de esta dependen de la fiesta o el tiempo litúrgico y cambian cada domingo Introito, Gradual, Aleluya, Tracto, Secuencia, Ofertorio y Comunión.
Los cantos del Ordinario de la Misa son los textos que se repiten en todas las misas, consisten en "Señor ten Piedad", "Gloria", el Credo, Sanctus y Benedictus, Agnus Dei, Ite Misa Est.
Los cantos del Oficio Divino o Liturgia de las Horas es la oración que cantan los cristianos, antifonarios usados para los salmos, los salmos mismos y los antifonarios Marianos que son Alma Redemptoris Mater, Ave Regina caelorum, Regina caeli laetare y Salve Regina.