Buscar este blog

sábado, 15 de julio de 2017

HISTORIA DE GRECIA: LOS MINOICOS (PARTE 2)


ADVERTENCIA: SI TE HAS PERDIDO LA PRIMERA PARTE DE ESTA HISTORIA, LEELA AQUÍ: LOS MINOICOS (PARTE 1)

¿Cómo eran los minoicos?

El interior de los palacios y de muchas casas estaba decorado con frescos. Gracias a estas pinturas conocemos el aspecto de los minoicos, o al menos cómo se veían a sí mismos. Consideraban que un varón de hombros anchos y una cintura estrecha resultaban atractivos, del mismo modo que una mujer lo eran unos pechos abundantes y erguidos. Pero una cosa es que pintaran así las figuras y otra que todos los cretenses fueran así. 



En su Historia de los griegos, Indro Montanelli comenta que los varones minoicos tenían la piel bronceada y las mujeres pálida, como si existiera una diferencia genética entre ambos sexos. En realidad se trata de una convención artística. En tiempos pasados se apreciaba la blancura de la piel femenina, hasta extremos que ha nosotros nos llamaría la atención, pues unos brazos de una palidez "lechosa" no son muy populares hoy en día. Si lo pensamos bien, lo que más se valora en el aspecto es aquello que demuestra la pertenencia a una clase superior. En aquellos tiempos, el trabajo más duro se hacía al aire libre, de modo que la piel blanca de una mujer indicaba que no tenía que salir de casa para ganarse la vida. 

La ropa femenina de esta civilización es muy característica: falda de volantes en forma de campana y chaquetilla ceñida a la cintura, con una abertura central que se podía separar para dejar al descubierto los pechos. 

Los hombres suelen aparecer con muy poca ropa: a menudo no llevan más que un taparrabos enrrollado en la cintura o sujeto por un cinturón. Según la moda, esa prenda tapaba la parte superior de los muslos o no. En el centro, muchos llevaban una coquilla o braqueta. 



RELIGIÓN 

Sobre su religión poco se sabe, así que esta debe ser reconstruida a partir de las estatuillas o de las imágenes que aparecen en frescos, vasos y sellos.

La primera característica que salta a la vista en la religión cretense es el papel tan importante que desempeñaba la mujer. En casi todas las representaciones aparece una diosa rodeada de sacerdotisas. Tanto una como la otra visten de la manera descrita, con los pechos al aire, y están muy maquilladas. Muchas de esas imágenes poseen un refinado erotismo. 



En las imágenes encontramos a menudo escenas de epifanía. Normalmente, la divinidad parece bajar de las alturas. Para verla, los fieles -más a menudo las fieles- danzan alrededor de un árbol, en una cueva o incluso en el interior de un palacio. 



Un elemento inconfundible de la religión cretense es el toro. Los minoicos que hemos narrado al principio reflejan una percepción distorsionada de algunos rituales relacionados con este animal, que aparece representado constantemente en pinturas y en vasos con forma de cabeza de toro, denominados ritones, que se utilizaban en los sacrificios. Como parte de la captura ritual del toro, debían llevarse a cabo unas acrobacias.



Parece que en ellas participaban jóvenes de ambos sexos. En un fresco muy célebre, un joven de piel cobriza da una voltereta sobre el lomo de un toro, flanqueado por dos muchachas vestidas tan sólo con taparrabos. Se sabe que ambas son mujeres por su piel blanca, ya que los pechos no se acaban de distinguir. Una de ellas aguarda junto a la cola del animal, con los brazos extendidos como para recibir al acróbata. La otra agarra los cuernos, bien sea para saltar cuando le llegue el turno o porque está sujetando al toro. Sin duda, este ritual era un espectáculo que atraía a mucha gente; pero, como prácticamente todas las actividades a antiguas, poseía un significado religioso.

LA IMAGEN IDÍLICA DE LOS MINOICOS

Gracias sobretodo a los frescos, se cree que la sociedad minoica era igualitaria, incluso se piensa que era matriarcal. Por otra parte también existe la creencia de que los minoicos eran unos amantes de la naturaleza, y que su vida transcurría de manera pacífica, sin gran ambiciones personales, ni demasiados instintos agresivos.

Repetimos,  los frescos son las responsables de esta idea. Las escenas que representan los frescos son luminosas, alegres, y en ellas se encuentran abundantes elementos naturales: antílopes, jardines, delfines, paisajes enteros...




La violencia, cuando la hay, parece ritual o deportiva, como en un fresco donde dos niños boxean vestidos solamente con un taparrabos. Si combinamos esta imagen con la ausencia de murallas, todo hace pensar en una sociedad pacifista.


Para Bernardo Souvirón la minoica era una civilización en la que existía igualdad entre hombres y mujeres, y que sabía resolver sus problemas sin recurrir a la violencia. Serían los griegos micénicos, indoeuropeos que llegaron al Egeo durante el segundo milenio anterior a nuestra era, quienes aprendieron a utilizar las armas, para conseguir lo que deseaban. Otros especialistas creen que los minoicos eran una de las civilizaciones de la llamada "Vieja Europa", estas civilizaciones se caracterizaban por ser matriarcales, pacíficas y con apenas diferenciación social.

Sin embargo, esta imagen se pone en duda con algunos detalles. Por ejemplo, entre los frescos de la isla de Tera se encuentra un friso excepcional. En él figura una flota que viaja de una ciudad a otra. Hay unos hombres desnudos en el agua -otra convención pictórica, que en este caso representa a los derrotados- que no parece que se estén ahogando por su propia voluntad. Este fresco a suscitado muchas interpretaciones distintas, pero lo que está claro es que se ven soldados armados en él, y que los cuerpos desnudos deben ser las víctimas de una batalla naval.

Aparte de las representaciones, se han encontrado armas depositadas como ofrendas en santuarios y cuevas, y muchos bellos puñales hallados en Grecia son de factura minoica.

Otro de los hallazgos que hacen dudar sobre el supuesto carácter pacifista de los minoicos, son los rastros de un sacrificio humano realizado en el templo de Anemospilia; la interpretación más difundida es que se trató de un caso excepcional con la intención de aplacar los sismos en la zona, sin embargo, no hay nada que nos confirme esto. En ese mismo año (1987), Peter Warren encontró un montón de huesos de niños en Cnosos, a poca distancia del palacio. En ellos se veían marcas de cuchillos, utilizados para arrancarles la carne. Warren interpreta estos restos como la prueba de que en Creta se practicó el canibalismo ritual. Viendo las cosas de esta forma, no es raro que los griegos crearan el mito del minotauro.

EL FINAL DE LOS MINOICOS

No hay un consenso sobre cuál fue el final de esta civilización. Se cree, en teoría, que en 1400 a.C se produjo una oleada de destrucción, la causa de tal desastre, se balancea entre supuestos terremotos y tsunamis provocados por la erupción de la isla de Tera, pero existen dificultades para relacionar esta catástrofe con el final de los cretenses. Por otro lado, existen indicios sobre la irrupción de los griegos micénicos en Creta, ya que en ese entonces (el periodo Postpalacial) la escritura propia de los minoicos fue sustituida por la de los griegos.

Por último, el palacio de Cnosos sufrió un incendio devastador hacia el año 1380 antes de Cristo, y después de ese acontecimiento, no volvió a ser ocupado.

Fuente directa: La aventura de los griegos. J. Negrete.







0 comentarios:

Publicar un comentario